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No trato especial, solo trato digno a las personas ciegas…
Sabemos que hay algunos radioaficionados, o tal vez familiares o conocidos no videntes. Estas notas interesantes por demás, son cortesía de un radioaficionado ciego, a quien le agradecemos su colaboración.
Las siguientes son algunas reglas de cortesía que se deben tomar en consideración al interactuar con una persona ciega – digo CIEGA porque estas personas no son impedidas o con restricciones, etc., son personas ciegas y así a ellos no le molesta ni les crea pena alguna por que le llamen ciegas.
- Un ciego es una persona normal, pero es ciega. Al hablarle no se debe subir el tono de voz, ni se debe hablar más lento y mucho hablarle como si el ciego fuera un niño. Nunca le preguntes a su acompañante que quiere el ciego. Ejempló – El decir ¿El quiere algo de tomar? Preguntale a él directamente.
- Si el ciego usa su perro guía, un bastón largo y blanco o te pide usar tu codo para agarrarse y que le sirvas de guía humano, no sientas que es algo malo. Dejalo que el decida que le conviene. Nunca lo agarres por el brazo para tratar de dirigirlo. Eso lo hace sentir mal y hasta le puede causar eu accidente.
Al ciego le gusta saber quien más está presente o quien entra al sitio. Me gusta saber quién más está conmigo. Cuando entres o salgas del salón o lugar donde yo estoy, déjame saberlo. También indícame sobre la presencia de otras personas, niños, o animales en el lugar. Si estamos en un lugar público, recuerda que con hacer una señal con tu mano no es suficiente para que yo note tu presencia. Si no me hablas, después no te quejes de que de que yo no te saludé… ¡No te vi!
- La puerta parcialmente abierta de una habitación, gabinete, o un vehículo es un peligro para mí. Tampoco es bueno el que me abran la puerta, ya que cuando yo la abro, puedo establecer de manera fácil el marco de referencia de dónde es que está el espacio por dónde debo caminar. La mayoría de mis accidentes son con puertas que otros me abren para que yo pueda pasar. Además, por alguna razón hay personas que insisten en abrir la puerta y aguantarla con el cuerpo, dejando muy poco espacio para que yo pueda pasar con mis libras en exceso, y un perro a mi lado izquierdo.
En la cena, puede que tenga problemas con cortar mi carne. Si me quieres ayudar, lo puedes hacer indicándome que hay en cada parte del plato. La forma más fácil es usar como referencia la cara de un reloj. “Tienes arroz de 3 a 6, la carne está a las 9, y ensalada de 1 a 3.” De esta forma sabré no tocar el plato en su cuadrante superior de la derecha (de 1 a 3). Todavía no me gusta la ensalada. En cuanto a las carnes, la realidad es que las prefiero sin huesos.
- No evites usar palabras como mirar o ver. Yo también las uso frecuentemente. “Ayer vi a fulano en la actividad.”
- No le tengas pena a un ciego, siempre tratalo como cualquier otro ser humano. Te lo agradecerá, aunque no te lo diga.
- Si te está visitando muéstrale donde están las cosas. No solo digas que el cuarto de baño es la tercera puerta a la derecha, etc., muéstrale donde está el inodoro, el lavamanos, el jabón, las toallas, etc.
- Si conduces, recuerda que la Ley obliga ceder el paso a personas que se ayudan con un bastón blanco. Solo las personas ciegas usan este tipo de bastón.
- Nunca trates de aprovecharte o sacar ventajas de un ciego. No hagas muecas o gestos porque el ciego no ve. El ser ciego no necesariamente significa que no vea absolutamente nada. Hay ciegos que ven más de lo que piensas, aunque menos de lo que quisieran.
- Los perros guía pueden acompañar a un ciego a cualquier parte. Mi perro guía me puede acompañar en cualquier lugar público al que yo puedo entrar. No tengo que pagar tarifa adicional por el perro, en lugares en los que yo pago para entrar. Las leyes estatales y federales me protegen. No todas las personas ciegas tienen la misma necesidad de ayuda o las mismas destrezas.
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